martes, 25 de marzo de 2008

DETALLE

Foto de Pepe Pastor en la corrida de rejones del Domingo de Resurrección en Málaga.

sábado, 22 de marzo de 2008

HERMOSO DE MENDOZA Y CURRO

Curro es un precioso y buen caballo Luso Árabe que Pablo Hermoso utiliza de salida para parar a los toros. El caballo tiene velocidad y agilidad, que son cualidades necesarias para enfrentarse a los toros levantados. Se sabe que esta raza de caballos es la hermana de la Há.

miércoles, 19 de marzo de 2008

LA TARDE METIDA EN AGUA

Dormita Cazán en su choza. La tarde plúmbea cae sobre el río que suena impasible en la bajada buscando el Río Real. Los pollos se acurrucan pluma contra pluma graznando un irreconocible idioma cansino. Las yeguas exhalan con fuerza el viento de su vientre, resignadas al color de la tarde. De pronto un chorro de aire caliente surca del oeste la blanca espesura y de pronto otro de aire fresco atiza las lonas que cobijan la paja.
Los animales barruntan el agua. Luna y Letrada, aunque están bajo techo, vuelven la grupa, como si a la intemperie estuvieran, hacia el temporal.
Llueve suave, finos los hilos de miel que la tierra recoge y que las pimenteras agradecen. Paco, que se llevó el estiércol, está contento. La hortaliza recogerá esta aguada que viene ni que pintada al campo.
Mañana será día de engrasar. De coser. De reparar los atalajes y de ordenar el guadarnés.
El campo que Dios nos ha dado tiene estos días para descansar. El resto es turbulencia y precipitación. Ahora contemplemos el agua que del cielo cae, fumemos, hasta quemarnos los labios y dormitemos, dormitemos la somnolencia que el cielo nos ilustra.

jueves, 13 de marzo de 2008

MAYORAL

Muñoz, mayoral de la ganaderia de Partido de Resina, antes Pablo Romero, a lomos de un hispano árabe.

martes, 11 de marzo de 2008

LA RUTA DE LAS MOTOS



El domingo fui de mesa electoral, de manera que el sábado fue el día indicado para montar. Pensé coger a Luna, pero la verdad es que no me atrevo. Luna se pone muy seria cuando la monto y no me gustaría estropear la ilusión puesta en ese potro que nacerá en octubre. A Letrada pues. Y otra vez de marcha larga. Cinco horas en total. Lo cierto es que prefiero este tipo de entrenamiento, largo y con variantes dificultosas para medir todas las posibilidades de la potra. Durante el trayecto de entre las cosas que da tiempo a pensar, lo hice en la posibilidad de preñarla. En Coín está la parada militar y este año ha venido un caballo Há, que lo he visto el lunes, de buenas hechuras y de primera generación. Vengador se llama y es hijo de padre PRE (Negus IV) y de madre PRá (Hablilla) lo que pasa es que si se preña me quedo sin montar y a eso no puedo renunciar. De manera que entre tramo y tramo decidí que será Luna la que se preñe para darme los productos hembras que quiero tener y Letrada me dará un buen semental.

En este recorrido paré dos veces una junto al río y la otra a mitad del camino. Junto al río se mostró incomoda la potra, o bien por el lugar elegido para amarrarla o por proximidad del caudal. No estuvimos mucho tiempo. Reemprendimos la marcha y encontré una variante de la ruta cerrada y en vez de volver sobre mis pasos pensé seguir poniendo a prueba la potra. Tomamos unas rodadas de las motos de montaña, que dicho sea de paso horadan los cerros de este bello termino de Ojén, convirtiéndolos en pistas de motocros, en ascensión permanente y muy pronunciada de dos kilómetros y Letrada, incansable, se las bebió literalmente, tal es así, que en un momento dado no pude reaccionar a tiempo y enganché la camisa en una baja rama de un pino que provocó un girón de tal magnitud en las prendas que tuve finalmente que arrojarlas a la basura. Esa fue la segunda vez que paré, una vez culminada la cima del cerro. A ver los desaguisados de mi ropa. La vuelta mas tranquila al ritmo que ella marcaba.

Sin lugar a dudas decidí seguir montándola y esperar a que sea más mayor para que se quede preñada.

domingo, 2 de marzo de 2008

UNA LARGA MARCHA

Fue el día. Después de varios meses conociéndoos era necesario saber hasta dónde podía llegar Letrada. Paseos de dos, tres horas y variadas rutas han propiciando el conocimiento entre ambos. Pero ayer fue el día de probar una larga marcha con la potra que cumplirá el mes próximo los cuatro años. Salimos a las diez y media de la mañana, volvimos a las 17.15 horas. Casi siete horas de marcha con un descanso de 10 minutos y algunas breves paradas, muy breve, por imponderables. Casi como es habitual bajamos a la Fuensanta por el corredor de Acosol y de ahí camino arriba hacia el puerto de los Carneros para continuar entre descensos y subidas por el camino de Mijas hasta la conexión con el de Sierra Parda para volver a la cuadra por una ruta alternativa de veredas y senderos hasta entroncar de nuevo con el camino de La Fuensanta y de ahí a la cuadra. ¡Sorprendido! porque de ida Letrada fue a un buen ritmo de andadura sin la mayor ayuda que la voz y débiles toques en los flancos. Pero mi mayor sorpresa fue al iniciar el camino de retorno por Sierra Parda que la potra se bebía un camino desconocido para ella y que lo hizo a un ritmo superior y de cuando en vez, sin pedírselo, sino dejada a su ritmo, se ponía al trote. Me sorprendió porque la reacción pudo ser debida a su orientación por el regreso buscando la querencia. Dejada llevar por su instinto en librar rápido el camino desconocido, o por su propia sangre. De cualquier forma quedé muy satisfecho pero más cuando al encarar los últimos tramos del recorrido y viendo que aún tenía sangre, (en realidad yo no la noté cansada), encaramos una ruta de un corta-fuegos con una pronunciación bastante acusada en subidas y bajadas que la potra se bebió sin ayudas. Cuando hubimos terminado el paso del corta-fuegos me dí cuanta que en algún lugar del largo recorrido había perdido la chaqueta. No era de valor, pero consideré que podía ser otra buena oportunidad para exigirle más a Letrada. Lo hice, volvimos al corta-fuegos, y esta vez, sí, eligiéndole por la premura del tiempo, subió con prontitud, sin el más mínimo abatimiento y por fortuna a la bajada muy pronunciada de una parte del corta-fuegos lo encontré. Reanudamos el camino que se hizo a la misma marcha con la que lo empezamos. Satisfecho, muy satisfecho de Letra. Llegando a la cuadra Alfonso, un vecino, preocupado me inquirió si no había sido mucho para la potra y si no me había renunciado. Lleno de orgullo le conté y añadí con un poco de sorna: "así quiero yo mis caballos... si no, para hacer morcillas"