Al norte, Sierra Parda.
En mitad de la ruta hacia la finca del Ángel en el termino de Mijas, localizamos La Mairena, un enclave paradisiaco entre dos vertientes. Al sur, el Mediterráneo, con la bahía esplendorosa de Marbella. Al norte, Sierra Parda, frontera hacia el interior del valle del Guadalhorce. La ruta de ocho horas es un verdadero paseo por la naturaleza, entre riachuelos, alcornocales y huertos. Los jarales, quejigos y mimosas se adornan con las pululantes abejas que en primavera revientan el aire de mágico olor. Alcornocales de La Mairena, un placer para los sentidos.
En mitad de la ruta hacia la finca del Ángel en el termino de Mijas, localizamos La Mairena, un enclave paradisiaco entre dos vertientes. Al sur, el Mediterráneo, con la bahía esplendorosa de Marbella. Al norte, Sierra Parda, frontera hacia el interior del valle del Guadalhorce. La ruta de ocho horas es un verdadero paseo por la naturaleza, entre riachuelos, alcornocales y huertos. Los jarales, quejigos y mimosas se adornan con las pululantes abejas que en primavera revientan el aire de mágico olor. Alcornocales de La Mairena, un placer para los sentidos.