EL DEBATE
Lidera las ventas de los tres-cuatro últimos años por delante de otros países de Oriente Próximo, como Emiratos Árabes Unidos y Qatar
l mercado de la hípica está viviendo un momento dulce, y se nota especialmente en la compra de caballos. Los países de Oriente Próximo, encabezados por Arabia Saudí y seguidos por Emiratos Árabes Unidos y Qatar, están reventando el mercado desde hace tres o cuatro años, pagando por los caballos cifras de ocho dígitos.
Como explica muy bien Álvaro Arrieta, presidente de OXER, la empresa que organiza Madrid Horse Week, el mayor evento hípico del mundo, «no existe una tabla de precios, y los caballos valen lo que se quiera pagar por ellos». Se lo lleva quien más dinero pague, y aquí los árabes se están llevando la palma. La venta se realiza en subastas que se desarrollan por Internet previo análisis del caballo por parte del veterinario, y con cada vez más garantías.
Además de los árabes, aunque por detrás de ellos, los estadounidenses también están comprando caballos caros en Europa, porque la mejor cría de caballos está en nuestro continente.
«Aunque Estados Unidos tiene una cría de caballos de carreras bastante buena, por ejemplo en la región de Kentucky, todavía les cuesta ser competitivos respecto a Europa en cría de caballos de competición; especialmente de salto, que es la disciplina que más se valora», explica Arrieta. También hay familias iberoamericanas de mucho dinero que compran caballos en Europa.
El movimiento en el mercado del caballo muestra un gran dinamismo, y se está notando en España. Deloitte ha realizado dos estudios en los que muestra el tamaño que está adquiriendo. El más reciente, del año 2022, indica que factura nada menos que 7.400 millones de euros en España (el 0,6 % del PIB) y da trabajo a 150.000 personas. A nivel global, la industria del caballo mueve 300.000 millones de dólares anuales y genera más de 1,5 millones de empleos a tiempo completo.
La empresa de Álvaro Arrieta se dedica a la alta competición hípica, y se encuentra entre las que más ha hecho en la última década por impulsar el sector en España. Su evento Madrid Horse Week, que se celebrará a final de noviembre, reúne a buena parte de la industria en el recinto Ifema con una parte de feria, otra de expositores y otra de espectáculos y competición (dos copas del mundo, de salto y de doma clásica, con los mejores jinetes del mundo, y este año la Copa del Rey). «Hemos conseguido mucho, pero no el 100 %», admite Arrieta. El negocio del caballo está muy fragmentado, y hay partes como la red de hipódromos o los picaderos que hay distribuidos por distintos pueblos de España que no se integran porque no les interesa.
Arrieta factura 22 millones de euros con su empresa OXER y da empleo a 30 personas. Su evento Madrid Horse Week deja cada año 33 millones de euros en la capital de España. El Gobierno lo declaró acontecimiento de especial interés público y hay un programa de exenciones fiscales para los patrocinadores que es lo que les permite participar en el evento.
España hace un buen negocio vendiendo fuera caballos de pura raza española, pero seguimos siendo importadores de caballos de competición. Aun así, según Arrieta, «la hípica en España está en su momento pico: hay más licencias, caballos, profesores y competición que nunca. Que España sea un país de clase media totalmente consolidado nos permite mirar cada vez más a los ojos a Europa». En nuestro país había más de 70.000 licencias a final de 2023, frente a las 66.775 de la natación o las 75.100 del kárate, por poner dos ejemplos.
Montar a caballo es un entretenimiento más barato que otros, como esquiar o tener un barco de vela. Eso les hace esperar que el negocio y la afición sigan creciendo. De momento en España hay 722.158 caballos censados (30.000 de ellos federados) y 188.000 explotaciones ecuestres. Nuestro país cuenta además con «unas instalaciones de primer nivel mundial para que durante muchos meses al año vengan jinetes de países europeos más ricos que el nuestro para aprovechar nuestra climatología.
Del mismo modo que la parte hípica pudiente de Estados Unidos se va a Florida en invierno, la de Europa viene a España. Los mejores caballos, jinetes y cuidadores vienen al calor para preparar la siguiente temporada. De los 6.000 caballos que hay en la Península Ibérica en febrero o marzo en competiciones de pretemporada, 5.500 son de Europa. Eso son ingresos de veterinarios, herradores, jinetes, acompañantes, entrenadores, etc., que pasan semanas y semanas en España».
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