Puigcerdà se engalana para la Feria del Caballo: homenaje a la tradición ganadera pirenaica

 

Durante el fin de semana del 9 y 10 de noviembre, en el recinto ferial de la Avinguda Transpirinenc, se podrán encontrar hasta 1.000 ejemplares de la raza autóctona de los Pirineos. (Foto: Ajuntament de Puigcerdà)

Una de las muestras equinas más importantes de Europa regresa el 9 y 10 de noviembre con su 43º Concurso de Caballos y una feria multisectorial que inundará la capital de la Cerdanya de tradición.

La Feria del Caballo de Puigcerdà vuelve este año con todo su esplendor los días 9 y 10 de noviembre. Este evento, que reúne a los amantes del caballo y a ganaderos de toda Catalunya y España, es una de las citas ganaderas más destacadas de Europa y se espera que atraiga a miles de visitantes.

Con hasta mil ejemplares de la raza autóctona de los Pirineos en el recinto ferial de la Avinguda Transpirinenc, la feria promete ser un espectáculo de color y tradición que rendirá homenaje a la historia y cultura equina de la comarca.

Fundada en el año 1182, la feria ha evolucionado hasta convertirse en un punto de referencia en el calendario anual de Puigcerdà.

Lo que comenzó como una sencilla muestra para promover el comercio en la villa es hoy una exhibición internacional que atrae a criadores, compradores y curiosos de todas partes.

La Feria del Caballo no solo representa un espacio para la compraventa de animales —tal como se hacía antaño—, sino que es un espacio de encuentro donde los ganaderos pueden exhibir su labor y revalorizar el trabajo que realizan día a día en la Cerdanya.

El 43º Concurso de Caballos: un escaparate de belleza y técnica equina

Uno de los momentos más esperados del evento es el Concurso de Caballos, que en esta edición celebra su 43º aniversario.

A lo largo del sábado por la mañana, desde las 9:45 h, se sucederán las competiciones que culminarán con el concurso de sementales a las 15:00 h, en el que se evaluarán los mejores ejemplares en función de su porte, fuerza y armonía.

El certamen, organizado en varias categorías, también cuenta con una modalidad especial para premiar a la mejor ganadería de Cerdanya, donde los jueces valorarán lotes de yeguas con crías y ejemplares jóvenes de recría, además de la presencia de los mejores sementales de la región.

Esta competición no solo es un escaparate de la genética equina pirenaica, sino un reconocimiento al trabajo de selección y cuidado de los ganaderos locales.

Para aquellos que no puedan asistir presencialmente, el concurso se podrá seguir a través de un sistema de streaming habilitado por el ayuntamiento, lo que permite que el público disfrute del evento desde cualquier parte del mundo. Se prevé que cientos de espectadores se conecten en línea para disfrutar de las competiciones.

Tradición y modernidad se encuentran en Puigcerdà

La feria de Puigcerdà no se limita a la exposición de ganado y los concursos. Como complemento a las actividades ganaderas, el evento incluye una feria multisectorial que ocupa calles y plazas del centro de la villa y el área industrial.

Los visitantes podrán pasear entre más de 300 paradas con productos locales, desde embutidos y quesos hasta ropa, complementos y decoración.

Este mercado artesanal es una oportunidad para descubrir las delicias y creaciones de la región, uniendo la tradición agrícola con las nuevas generaciones de productores y artesanos.

Foto: Ajuntament de Puigcerdà

Un evento milenario que sigue creciendo

Con más de ocho siglos de historia, la Feria del Caballo de Puigcerdà sigue siendo un pilar fundamental para la economía y el turismo de la comarca.

Cada noviembre, la feria no solo fortalece la cultura ganadera de los Pirineos, sino que también posiciona a Puigcerdà como un referente en la ganadería equina a nivel europeo.

Para muchos, este evento es un símbolo de identidad que une a generaciones y preserva una de las tradiciones más antiguas de Catalunya.

Se espera que la feria de este año vuelva a ser un éxito rotundo y supere las cifras de visitas de ediciones anteriores, consolidando una vez más a Puigcerdà como epicentro de la cultura y tradición ganadera de los Pirineos.