miércoles, 14 de noviembre de 2007

LOS MIEDOS DE LA JOVEN LETRADA


Alejandro me dice que a pesar de lo joven que es (tres años y medio), letrada es buena y ha aprendido muy rápido. Alejndro le saca cada vez que la monta, mejores resultados a la potra. Ya se aproxima el día que deba llevarla a Ojén. Le ha probado el hierro vaquero, el primero que llevó mi caballo Marqués, el palomino del hierro de Gavira, y va mejor con este que con el portugués, con el que ha sido domada. Los aires a una y otra mano son magníficos y la planta le acompaña. He salido con ella al campo, fuimos con un grupo del Ranchito y anduvo bien. Pero tiene dos miedos. El uno que las motos la asustan. No se espanta. Solo la asustan. El otro que le solivianta los ruidos que le vienen por detrás, sobre todo los coches y que no puede llevar a otro caballo a la cola. Después de este paseo me atreví a salir sin compañía y fue aún mejor. Más sosegado, galopamos a lo corto durante buenos trechos y me agradó la monta.
Luna es una máquina. No hay cuesta que se le resista, ni terreno. Por chinas, por piedras, por ríos. No rehusa. La lleves por donde la lleves te lo acepta solo necesita una caricia y un halago. Está tierna. Ayer cuando bebió me hizo caricias con sus belfos y hasta me levantó el labio superior. El veterinario me ha dicho que está tierna y que ya está preparada para ser inseminada. A partir de mañana puede comenzar su proceso a la maternidad.

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