miércoles, 26 de diciembre de 2007

EL CORAJE DE LUNA

Cada día me asombra más esta yegua. Sigue con su ritmo. No camina. Trota, hay que llevarla muy en la boca. Ya se sabe. Pero si se juega con el bocado, ella sabe adaptarse y más tarde, o más temprano va cogiendo el ritmo. El día de Navidad hemos salido un rato juntos. No iba acompañada de Letrada. Igual da. Ella a su ritmo. Pero sí más tranquila, menos nerviosa. No hay que pelear tanto con ella. Sugiero que la cuestión emocional por la que Luna va muy chula es también por una carencia física pues debido a una tendinitis crónica que sufre en su pata izquierda, en realidad va a tres patas, apoyándose sólo para impulso en la izquierda. Sea como fuere, en realidad esto le imprime personalidad a la yegua, la hace diferente y le da coraje a su espíritu. En camino nos encontramos una terrera de las ultimas lluvias, donde seguro que nos atascábamos. No le importó, de ida y de vuelta la superó fácilmente.
En esa terrera no quise meter a Letrada y elegí otra ruta desconocida para ella. Por eso fue todo el camino avisada, aunque no hubo problemas de consideración se llevó algún susto por encontrarse con motos o coches, lo de los coches no es normal pero bien es verdad que no se lo esperaba en esa ruta que estaba siendo tranquila. Unas palmaditas de tranquilidad y de nuevo a un ritmo bastante bueno. Era su primer paseo con montura inglesa. Confieso que esa montura me gusta pues el contacto con el caballo es total, lo que tiene de inconveniente es el cinchado que cuesta un trabajo enorme. Con Letrada me pasó y la primera parte del paseo anduvo bien, luego me bajé y se la ajusté o desajusté, no lo sé, y en una cuesta abajo me fue protestando bastante, hasta que de nuevo volví a ajustársela. Luego la cuesta arriba y un galope terminó de ajustarla bien, y hasta el final del camino.