La monta a la vaquera nace de la necesidad del trabajo diario con el toro bravo. Luego derivó en una forma elegante de vestir y montar y enjaezar al caballo pata acudir a ferias y a concursos de doma. Todos los elementos del jinete y del caballo tienen su por qué, y no falta, ni sobra ninguno.
Hay que recordar que el trabajo con el toro bravo es distinto al trabajo con el toro manso. Por eso la doma vaquera andaluza no tiene nada que ver con la doma vaquera wenster americana.