Kazán también dormita tras la marcha del domingo, aprovechando el poco sol que lo calienta.
También pasó Kazán su apuro en su primer encuentro con el río crecido, tenía reparo al cruzar, oía los ladridos de auxilio de Melón y también se quejó él de no poder cruzar, hasta que encontró el paso apropiado para él no sin titubeos.
También pasó Kazán su apuro en su primer encuentro con el río crecido, tenía reparo al cruzar, oía los ladridos de auxilio de Melón y también se quejó él de no poder cruzar, hasta que encontró el paso apropiado para él no sin titubeos.
Wisky con casi sus tres meses espera su tiempo. Su tiempo del paseo por los hermosos parajes de Ojén. Su tiempo de retozar, correr y revolcarse en la fresca hierba nacida.