La silla de montar española se impuso en casi toda Europa por su comodidad y liviandad, puede ir con zalea o solamente en cuero, dependiendo de los usos. Con Zalea de borreguillo (hoy día casi todos sintéticos) para usarla en las faenas camperas y competiciones y exhibiciones de alta escuela, y sin la zalea, solo con cuero descubierto y tratado, para paseo.
La silla de montar vaquera se ideó en Andalucía para las faenas de campo con el ganado bravo, es más pesada que la española, y su diseño es el propio para la comodidad del caballo y del jinete aguantando horas largas de trabajo y desplazamiento.
El bocado vaquero era el apropiado para el mando en el caballo, y necesario para su movilidad y funcionalidad en las faenas de campo con el ganado. Estaba diseñado para que con cualquier toque el caballo sintiera en la boca, la orden transferida por el jinete. Hoy en día se está sustituyendo este hierro por el portugués ya que se dice que le refresca más la boca a los caballos.