Siguiendo a los tratadistas árabes sobre el estudio de los caballos y sus pelos, Ibn al-ʻAwwām opina:
"Que el alazán, con crin y cola negra, o sin ellas, es el más sufrido y el más
ligero y que los cenicientos son "los reyes de ellos".
Pedro Aguilar escribió un TRATADO DE LA CABALLERÍA DE LA GINETA que se imprimió en 1572 y en 1600 en Málaga. En este tratado relaciona las cualidades de los caballos con los cuatro elementos y todo ello con el pelaje (tierra: negro; agua: blanco; aire: castaño; fuego: alazán). El caballo perfecto será el que participe de los cuatro.
Primer texto citado por E. García Gómez, "Armas, banderas, tiendas de campaña, monturas y correos en los "Anales de al-Ḥakam II" por ʻIsà al-Rāzī", Al-Andalus, XXXII (1967) pág. 171.
El otro texto, Crónica de califa ʻAbdarraḥmān III, págs. 54 y 203 se mencionan: pío, leonado con crin negra, bayo de ojos azules y cola negra, alazán con lucero y calzado, y otro ceniciento.