miércoles, 13 de mayo de 2009

LAS MINAS DE JABONCILLO


Hacía calor, la primavera empezaba a arder en las horas centrales del día, y la cuesta se la bebió Letrada, sudorosa pero entera. Cazán jadeaba y a cualquier recoveco del camino donde abrigara sombra se tendía a descansar. Debía ser la cuarta hora de camino, y nos faltaba el agua. El perro no. Cazán aliviaba su sed en cualquier charco o arroyuelo que encontramos. Al remontar la cuesta, a la derecha, hayamos la entrada a Las Minas de Jaboncillo. Recelosa Letrada, mirando con las orejas alternativamente a mi y a la gris tierra que ahora pisaba, encogiéndose, esperaba mi orden para entrar.
.- Vamos Letrada - le dije -

Y entró como de puntillas. Después Cazán. Cazán no es un perro atrevido, a mi perro blanco, le gusta asegurar. Quizás sea por el bozal. En alguna ocasión la agresión de algún congénere, le ha impedido defenderse como a su corpulencia corresponde y hasta ha salido perjudicado en una oreja. Nada importante, pero estas cosas le marcan el ánimo.

Entramos pues, y tras la sombría entrada se alzaron ante nosotros los inespugnables muros grisáceos y ferrosos, que circunvalaban un frío espacio, de cardos, jaramagos y retamas débilmente pobladas. Tuvo que ser un espacio de trabajo duro.

Buscamos vestigios, elementos o cualquier otro rastro que nos indicara la historia de la actividad del lugar. Perimetramos el recinto. Y hurgamos entre los montones de la tierra que las maquinarias y los brazos del hombre habían acumulado.

Corta historia debieron tener las minas. No había rastro referente. No había evidencia de vida. Si eran unas minas abandonadas, que fueron.

Salimos, Letrada más confiada por abandonar un lugar que le incomodaba por desconocido, Cazán por la inercia de seguir los pasos de su amo, y yo por la premura del tiempo, más la sed acumulada. Ahora, hasta antes de anochecer solo nos quedaban dos horas y media para volver con luz del día.
Apretamos el paso, trotamos, galopamos y volvíamos al paso largo. Llegamos. Cumplimos el tiempo. Letrada me volvió a sorprender.