De caballo Magazinne
Bolonia, lunes 25 de agosto de 2025 – La protesta extraordinaria tiene como objetivo impedir la adopción de una medida propuesta por el gobierno británico que aumentaría los impuestos a las carreras de caballos. La histórica huelga convocada por las asociaciones hípicas no tiene precedentes en la era moderna. Las convenciones programadas para el 10 de septiembre en Lingfield, Carlisle, Uttoxeter y Kempton serían canceladas. Esto ocurriría el día antes del inicio del célebre festival de cuatro días en Doncaster, que incluye el St. Leger, la carrera clásica más antigua de Gran Bretaña y quizás del mundo.
El anuncio se produce mientras la campaña "Eliminar el Impuesto a las Carreras" de la Hípica Británica se prepara para lanzar el presupuesto de otoño. La campaña insta al gobierno a no seguir adelante con la propuesta del Tesoro, que básicamente propone un tipo impositivo fijo para las apuestas, igualando el impuesto sobre las apuestas tradicionales con el de las apuestas en línea, que están sujetas a impuestos más altos. Las consecuencias para el segundo deporte con mayor audiencia del país serían devastadoras. La industria hípica genera 85.000 empleos y atrae a casi 5 millones de espectadores cada año.
Próximamente se celebrará un debate en Westminster, donde altos ejecutivos se reunirán con propietarios, entrenadores y jinetes para destacar la amenaza que representa la propuesta del Tesoro para un sector que representa 4,1 millones de libras para la economía británica. Un análisis económico encargado por la BHA ha demostrado que equiparar el tipo impositivo actual del 15% que pagan las casas de apuestas hípicas con el de otras formas de juego en línea, actualmente gravadas con un 21%, podría tener un impacto devastador en el mundo de las carreras, con un impacto negativo de 330 millones de libras en los ingresos de la industria durante los primeros cinco años y poniendo en riesgo 2.750 empleos durante el primer año.
La decisión del mundo hípico de no celebrar carreras el 10 de septiembre no tiene precedentes. En Gran Bretaña, las carreras se celebran 363 días al año, con la excepción de algunos días festivos. Además de las carreras canceladas debido a condiciones meteorológicas adversas, brotes de virus equinos y crisis nacionales como la pandemia de COVID-19, esta será la primera vez en la historia que el hipismo británico tome la decisión colectiva de no competir en protesta contra una propuesta gubernamental.
Jim Mullen, director ejecutivo del Jockey Club, declaró: «La comunidad hípica se ha unido para planificar una huelga el 10 de septiembre, día de las carreras. Esperamos que el Gobierno reflexione profundamente sobre el daño que este impuesto causará a un deporte en el que, en muchos sentidos, nuestro país es líder mundial. Esperamos que esta pausa para la reflexión permita al Gobierno comprender plenamente el impacto económico de las carreras de caballos y su importancia cultural para las comunidades de todo el Reino Unido, así como para los festivales ecuestres de talla mundial que tradicionalmente organizamos. Tras este período de reflexión, esperamos que se consideren cuidadosamente todas las implicaciones de esta medida con el fin de evitar daños irreparables a nuestro deporte, del que la nación se siente, y debería sentirse, orgullosa».