Es fuerte el verano. El calor abunda aún cuando la cuadra está en un cierzo. Pero el estío pega fuerte. Luna se recupera después del aborto. Come y bebe bien. Aunque no tiene herraduras la he montado dos veces, la primera suave. Iba también suave y casi desconocida. Por ir descalza, y por salir del incidente. Pronto le pondré herraduras y la ejercitaré para volverla a su tono original . Pensé aprovechar estos meses y echarle un caballo. Como la parada del ejercito no se abre hasta el otoño, busqué entre los asociados caballos que tuvieran la sangre que deseo, pero no terminé de convencerme pues agosto, se ve que es un mes malo para todo. España se paraliza de una forma alarmante. ¡Todo dios de vacaciones! Esperaré a octubre y volveremos a empezar con el ciclo de la vida. A ver si hay más suerte.
Letrada sigue a mejor. Llevo varias montadas nada más que a dos riendas pero le dejo la muserola con el serretón. Va cómoda. A veces protesta cuando la obligo de la boca, pero con cariño, suele ceder. El domingo perdió una herradura de atrás. Yo mismo me decidí a volvérsela a colocar. La faena quedó aseada. Debería atreverme a calzar a Luna. Quizás lo haga.