El caballo es una obra maestra de la naturaleza. Y lo es por su genética, su funcionalidad y por ser el animal más útil para el hombre a lo largo de la historia. Es más, creo que los caballos, sea cual sea su raza, por historia y por definición, son el complemento de la humanidad. Imagen de Lectivo III, Yeguada Militar.
martes, 29 de abril de 2008
LETRADA PASA
miércoles, 23 de abril de 2008
RIGEL DE ALDEVARAN
martes, 22 de abril de 2008
LETRADA SE ASUSTA

lunes, 14 de abril de 2008
HISPANO ÁRABES EN SEVILLA

En la mañana de ayer se celebró la ya tradicional corrida de rejones matinal de la feria de Abril de Sevilla. En esta corrida torearon caballos como Cheque de la cuadra de Diego Ventura, que hoy por hoy es el rejoneador que mejor puestos tiene los caballos de rejoneo, y Amatista que pertenece a la cuadra de Leonardo Hernández hijo. Ambos caballos son Lusoárabes y brillaron en las faenas. Cheque realiza las batidas con una emoción desbordante y los rejones de castigo al cambio que hacen vibrar al espectador. A Amatista lo usa Leonardo para el tercio de banderillas y es un caballo perfectamente puesto en el toreo de verdad, que aunque no hacen concesiones a la galería, llega a la gente por su ortodoxia que lógicamente le imprime su jinete.
Pero lo admirable de la corrida fue que Antonio Domecq sacó para su faena tres caballos Hispanoárabes que daba gusto verlos. Su yegua Peregrina, con la que para a los toros colocando los rejones de castigo. Quito, que es su caballo estrella para banderillas. Un caballo valiente, que torea con el pecho y que tiene gran facilidad para aguantar las embestidas y dejarse llegar a la res, hasta casi tocar el estribo con los pitones. Finalmente con Quitasol, puso las banderillas cortas y los rejones de muerte.
miércoles, 9 de abril de 2008
LAS CODORNICES
En estos días, antes de las actuales lluvias, que el campo agradece, y los animales invierten en dormitar. Luna pace en la fresca hierba su maternidad. Entre tanto, Letrada, Kazán y yo paseamos a través de los montes, caminos y riachuelos de esta tierra, que cada día nos enamora más, a no ser por la plaga de motos que hieren su suelo. Kazán en su ir y venir, en su recorrer, como buen can, dos veces el trecho, ha levantado una codorniz. El estrépito hace estremecerse a Letrada que empinando las orejas, la observa en su vuelo y la sigue con la vista hasta que se pierde entre la maleza de los cerros. Kazán se sorprende. No ladra. No creo que sepa ni siquiera lo que es una codorniz. Vuelve sobre sus pasos y en la linde del camino, buscando un húmedo frescor, se echa, aunque sea solo tres segundos, hasta que llegamos a su par, dónde vuelve a incorporarse para proseguir la marcha. Al ir llegando a la cuadra Letrada relincha con pasión buscando lo propio de Luna. Allá dónde la echa de menos, lo hace. Cuando llegamos, ellas se entiende. Creo que son felices con lo que hacen. Yo sí, con lo que hago. ¡Ya me gustaría hacerlo más a menudo!
sábado, 5 de abril de 2008
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