LA NACIÓN.
Se trata de un hito de Kheiron SA con la innovadora técnica CRISPR-Cas9; el caso de una multipremiada yegua y el decisivo cambio de un gen.
Científicos argentinos lograron un hito en la biotecnología equina al anunciar el nacimiento de los primeros cinco caballos editados genéticamente mediante la técnica CRISPR-Cas9. Este avance, llevado a cabo con extrema rigurosidad y bajo regulaciones nacionales, marca un precedente en la mejora genética de precisión. La técnica consistió en usar una pequeña parte de un gen de una yegua y lo introdujeron en otra.
Se trata de Kheiron SA, una empresa formada íntegramente por científicos, empresarios e inversores argentinos, quienes ya habían tenido logros de escala mundial en su especialidad que es la de clonar equinos de alta performance. Estos logros que incluyen la utilización de células madre para la clonación y la generación de los primeros embriones genéticamente editados del mundo, ya habían sido publicados en revistas de la prestigiosa editorial Nature.
Según los expertos, esta innovación podría revolucionar el progreso genético en disciplinas deportivas y contribuir al desarrollo de estándares biotecnológicos. Los científicos utilizaron la técnica CRISPR-Cas9, una tecnología de edición genética que permite modificar el ADN de una célula.
Así, los criadores Doña Sofia Polo y Alberto Pedro Heguy editaron la famosa yegua multipremiada Polo Pureza, mejor yegua del Abierto Argentino de Palermo, que forma parte del “Salón de la Fama” de la Asociación Argentina de Criadores de Caballos de Polo (Aaccp). Heguy, célebre polista, veterinario y fundador de la Aaccp, 17 veces campeón del campeonato argentino abierto de polo, y Doña Sofía, encomendaron a Kheiron Biotech llevar adelante el procedimiento.
“La expectativa es que, en este gran primer paso de innovación, la Polo Pureza adquiera características de sprinter o explosión que no poseía, y a la vez conserve sus demás cualidades”, dijo Heguy.
En esa línea, Gabriel Vichera, director Científico de la firma, sostuvo: “Este importante desarrollo científico se realizó de manera extremadamente rigurosa cumpliendo con los estrictos requisitos de la Dirección Nacional de Bioeconomía y la Conabia [Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria], la autoridad nacional de regulación biotecnológica, para que no sea considerado un Organismo Genéticamente Modificado (OGM), y por lo tanto se trate de un ejemplar que podría encontrarse libremente en la naturaleza, y así acaba de ser aprobado. Esto fue realizado precisamente con este objetivo, de modo de así cumplir con las reglamentaciones de la AACCP y de la Sociedad Rural Argentina (SRA), para que el ejemplar logrado no se considere con doping genético. Cabe destacar que la Argentina es líder mundial en la elaboración de normas al respecto”.
En tanto, Daniel Sammartino, founder & CEO de Proinvesa Group y presidente de Kheiron, agregó que “este logro coloca a la Argentina a la vanguardia mundial de lo que podría considerarse en el futuro un innovador y desafiante camino del progreso genético de precisión, que acelere el logro de mejoras genéticas que hoy son buscadas por mecanismos de prueba y error”.
Desde la firma señalaron que esta “técnica innovadora, podrá ser utilizada también con fines de mejoramiento de sanidad y corrección de enfermedades genéticas”. Remarcaron que la visión y perseverancia del grupo reafirma el compromiso con la innovación científica, y su posición como líder en la vanguardia de la tecnología equina a nivel mundial.
En diálogo con LA NACION, Sammartino recordó que este tipo de proyectos de edición génica los vienen haciendo desde hace tiempo en la biotech, tanto en bovinos como porcinos. Estos últimos se hicieron para poder utilizar los órganos para trasplantes en seres humanos. No obstante, por cuestiones de inversión en la Argentina, el proyecto no se pudo avanzar.
En este caso, en el tema de caballos lo que hace la firma nacional es tratar de identificar genes que responden a una determinada característica. En un solo paso se puede lograr que se utilice un gen que se introduce en un determinado animal con cierto propósito. Según explicó, lo que hicieron fue cambiar el gen de la Polo Pureza, ya que esta no tenía esa explosión que hoy se requiere en las competencias, y le pusieron el gen de la sprinter. Los caballos tienen diferentes tipos de velocidad. “Se cuidaron mucho los detalles para cumplir con todas las regulaciones para que el animal sea considerado un animal normal y sea factible liberarlo a la naturaleza. Nosotros lo que buscamos es tener un animal común y corriente y no tenerlo confinado”, detalló. Los cinco animales nacieron con 15 días de diferencia entre ellos, es decir, todos tienen la misma edad. Todavía no tienen nombre.
El empresario aclaró que por las características los animales pueden estar en una competencia en el futuro. “La Argentina es uno de los países más avanzados en esta materia y consultado por muchísimos países en cuanto a las regulaciones. La raza de caballos de Polo argentino es de reconocimiento mundial, es una marca país, prácticamente”, afirmó.
En la firma, sostuvo, esperan que las características de estos animales vayan encontrando poco a poco un lugar dentro de la actividad. “Creo que la gente va a esperar, como pasó con las clonaciones. Hoy hay muchos clones, pero al principio había muchas dudas. Si se verifica que el animal tuvo una característica distinta y que otros criadores y dueños de caballos los quieran hacer para sus caballos, bienvenido sea. En la medida que se puedan identificar genes con ciertas características, habrá que ver y estudiar qué otros atributos se asocian a este gen. Esto es el inicio de un camino”, sintetizó.
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